Los recipientes de vidrio con tapa hermética son una buena opción, ya que permiten cocinar, calentar, guardar y transportar los alimentos, conservándolos frescos y libres de bacterias.
Antes de escoger el utensilio de vidrio ideal para cocinar es importante cerciorarse de que este sea apto para resistir altas y bajas temperaturas. El más usado en la cocina está fabricado en vidrio de borosilicato, un material elaborado con óxidos de silicio y boro, que se hizo popular a principios del siglo XX con nombres como Duran, Kimax o Pyrex.
Este último se convirtió en la denominación genérica del material, e incluso se incorporó al idioma español la palabra ‘pírex’, para referirse al recipiente hecho de este tipo de vidrio.
La principal característica del vidrio borosilicato es su durabilidad y resistencia al calor, por lo que es ideal para cocciones en horno convencional o microondas. “Todo el mundo en casa tiene una refractaria en la que usualmente se hacen preparaciones saladas o dulces, frías o calientes. Es un recipiente esencial en la cocina de cualquier persona porque permite con un solo utensilio hacer muchas recetas. Tener una refractaria te salva en cualquier momento”, comenta el chef Andrés Chávez, embajador de Sabor USA en Colombia.
En opinión del experto, cocinar en vidrio tiene muchas ventajas. “No se pasan sabores ni restos del material a la comida, como ocurre con otros utensilios; es mucho más higiénico, pues al no ser poroso, no absorbe olores ni sabores. Y la limpieza es muy fácil”.
Los pírex no contienen metales pesados como el níquel o el cromo y son excelentes conductores de calor, lo que permite ahorrar tiempo en la cocina. No obstante, una vez salen del horno, la comida tiende a enfriarse con facilidad, por lo que se recomienda servir inmediatamente.
En el mercado colombiano se encuentran baterías de cocina, moldes y recipientes elaborados en este material, los cuales pueden utilizarse para todo tipo de preparaciones, desde carnes y pescados, pasando por verduras, papas y pastas, y hasta tortas